Papa Luna
Pedro Martínez de Luna nació en 1328 en el Castillo-Palacio de la Luna en Illueca, Zaragoza, pasó a la historia como el Antipapa Benedicto XIII, siendo más conocido como Papa Luna.
Mano derecha del Papa Gregorio XI, a su muerte, el Concilio se reúne para elegir sucesor. Las deliberaciones duraron más de seis meses, al final un grupo de cardenales elige a Bartolomé Prignani (Urbano VI) y otro grupo elige a Roberto de Ginebra (Clemente VII) que traslada la sede pontificia a Aviñón e inicia el cisma de Occidente, Urbano VI en Roma y Clemente VII en Aviñón. Pedro de Luna inicialmente apoyó al Papa Urbano, luego apoyó a Clemente VII, habiendo sido nombrado legado papal en España.
En 1394, Clemente VII murió en Aviñón, el 28 de septiembre de ese mismo año, el nuevo Papa, Pedro de Luna, que tomaría el nombre de Benedicto XIII, fue elegido por unanimidad. Una de las condiciones exigidas por los cardenales fue la promesa de, en caso necesario, abdicar del pontificado para resolver el cisma (Gran Cisma de Occidente). Benedicto XIII aceptó esta cláusula. En 1395, los cardenales franceses comenzaron las negociaciones para poner fin al cisma, pero para su gran sorpresa, Benedicto XIII tomó la palabra y se negó a cooperar. En 1398, la Iglesia de Francia retiró su apoyo a Aviñón. Benedicto XIII fue detenido ese mismo año en su palacio de Aviñón.
En 1403, logra huir a las tierras de Luís II, duque de Anjou y recupera parte de su poder.
En 1414 comenzó el Concilio de Constanza. Tras tres años de negociaciones entre los poderes secular y ecuménico, se llegó a un acuerdo que pedía la dimisión de los tres papas rivales Juan XXIII (sucesor de Alejandro V), Gregorio XII (sucesor de Inocencio VII) y Benedicto XIII, y la instalación en Roma del Papa Martín V, universalmente aceptado. Benedicto XIII se negó a abdicar, fue excomulgado por el Papa de Roma, Martín V (a quien nunca reconoció), se refugió en Peñíscola el 21 de julio de 1411, comparando la fortaleza con el Arca de Noé. Cartas con estas palabras: script en arca Nohe , in domo Dei ubi est vera ecclesia (escrito en el Arca de Noé, en la Casa de Dios donde está la verdadera iglesia ).
Cuando los Templarios fueron exterminados, el castillo pasó a manos de la Orden de Montesa. Esta misma orden militar donó el Castillo de Peñíscola, con el visto bueno del rey Fernando I de Antequera, a Pedro de Luna, quien en 1411 lo designó como su sede papal.

Para que pudiera albergar la sede papal, y para que pudiera realizar su obra pontificia, hizo varias reformas en el castillo. Allí estableció una pequeña corte de fieles a su alrededor, hizo traer tapices y muebles de Aviñón, así como más de 2.000 libros de su biblioteca, que en ese momento era la colección privada más importante del mundo. También fue en este castillo -en la torre del Papa Luna- donde escribió su obra más destacada, el Libro de las Consolaciones de la Vida Humana.
Fue en este mismo castillo donde expiró y fue enterrado, hasta que fue trasladado por su sobrino Juan de Lanuza (1431) al Castillo-Palacio de la Luna en Illueca, Zaragoza. Descansó en la casa familiar hasta la Guerra de Sucesión española (1701-1714), cuando las tropas borbónicas profanaron el sepulcro de Illueca, salvándose sólo su cráneo, que acabó en el palacio de los Condes de Argillo, en Saviñán. , también en la provincia de Zaragoza. Desde allí, fue robado en 2000 por dos residentes locales, que finalmente fueron arrestados. A raíz de este incidente, el Gobierno de Aragón declaró la reliquia Bien de Interés Cultural (BIC) y análisis y estudios antropológicos posteriores han confirmado que el cráneo sí corresponde a la época en la que vivió Benedicto XIII. Pero, de hecho, la tumba de Papa Luna permanece sin ubicar.
En la base de la fortaleza, una gran estatua de bronce inmortaliza al Papa Luna, quien da la bienvenida y bendice a todos los que visitan el castillo.

La grandiosa estatua (pesa más de 700 kg) es una obra de finales del siglo XX, del escultor bilbaíno Sergio Blanco.